martes, 22 de julio de 2008

Por estas y muchas razones más, Ichiro es mi jugador preferido de Grandes Ligas

(Tomado de ESPN)
Salvo un acontecimiento inesperado, esta semana será especial para el jardinero japonés Ichiro Suzuki , "El Emperador del swing" de los Marineros de Seattle.
Ichiro podría alcanzar los 3,000 hits en su transitar de 16 temporadas en Japón (8 años) y las Grandes Ligas de Estados Unidos (8 años) para seguir aumentando la leyenda de una carrera que deberá ser coronada con una ceremonia en Cooperstown en un agosto futuro.
Ichiro necesita pegar siete hits más para meterse al exclusivo grupo de tres mil imparables. Enfrentará a los Medias Rojas de Boston (de lunes a miércoles) en Seattle y luego a los Azulejos (de viernes a domingo) en Toronto.

Con 34 años y 121 días (hasta el domingo), está en ruta a ser el más joven bateador de tres mil incogibles. Ty Cobb tenía 34 años y 234 días cuando escaló la cifra en ruta a sus 4,189 imparables.
Mientras es cuestión de debate la diferencia cualitativa entre los circuitos japoneses (Liga Central y Liga Pacifico) y norteamericanos (Liga Americana y Liga Nacional), nadie se atreve a poner en tela de juicio la grandeza del "samurai" de los Marineros.

Suzuki ganó siete títulos de bateo y pegó 1,278 hits en ocho temporadas (siete completas) con Orix en Japón, antes de trasladarse a Estados Unidos en el 2001.
Desde su llegada a Seattle ha conectado 1,715 hits y ha ganado dos coronas de bateo para totalizar 2,993 imparables y ocho cintos de bateo en su carrera.
Ichiro es segundo en promedio de bateo (.331) entre los jugadores activos de Grandes Ligas, solamente dos puntos detrás del dominicano Albert Pujols (.333), de San Luis.
Solamente un jugador del béisbol japonés ha pegado más de 3,000 hits. El descendiente de coreanos Isao Harimoto consiguió 3,085 imparables en una carrera de 23 temporadas (1959-1981) a pesar que su mayor total en un año fueron los 182 que logró con Yomiuri en 1976.
Harimoto fue un jardinero y bateador zurdo que promedió .319 de por vida y es el único con 500 jonrones y 300 bases robadas en toda la historia de la pelota nipona.
De mantener su ritmo normal desde que llegó a los Estados Unidos, Suzuki podría superar la marca de Harimoto a finales de septiembre, cuando estará buscando su octava temporada consecutiva de 200 o más hits, lo que empataría el récord de Grandes Ligas, que posee Wllie Keeler (1894-1901).
Por supuesto, Ichiro es el único con más de 200 imparables en sus primeras siete temporadas en Grandes Ligas.
Ichiro ("El más brillante" en japonés) no es un producto de la casualidad y el talento natural, sino de la perseverancia y el trabajo duro.
Cuenta la leyenda que un día ordinario de entrenamiento del joven Ichiro (7 años) con su padre, Noboyuki Suzuki, incluía realizar 50 lanzamientos desde el montículo (al principio de su carrera era pitcher y jardinero), fildear 50 rodados y 50 elevados, batear 200 lanzamientos de Noboyuki y entre 250 y 300 de una máquina.
A pesar de su evidente talento para conectar la pelota y dedicación extremista, el tamaño de Suzuki (5-9, 124 libras) infundió temores en los equipos profesionales, que no lo escogieron hasta la última ronda del sorteo universitario japonés de 1991.
Esos mismos temores llevaron a algunos clubes de Grandes Ligas a dudar de que Ichiro tuviera la fortaleza física para batear el pitcheo más rápido y aguantar el calendario más largo de Estados Unidos. Mientras en Grandes Ligas cada club juega 162 partidos, en Japón tienen calendarios de 144 juegos.
Suzuki contestó las interrogantes desde su primer año, cuando bateó .350 (242 hits en 692 turnos), robó 56 bases y anotó 127 carreras para convertirse en el segundo jugador de la historia que gana el Novato del Año y el Jugador Más Valioso al mismo tiempo.
En todas sus ocho temporadas en Grandes Ligas ha sido convocado al Juego de Estrellas, tiene 7 Guantes de Oro, dos coronas de bateo y siete temporadas de 200 hits, incluyendo 262 en el 2004, cuando estableció un nuevo récord de todos los tiempos.
Mientras batear jonrones ha sido una condición casi obligatoria para acceder al nivel de "súper estrella", Ichiro se encuentra entre las pocas excepciones. El nipón ha bateado .300, robado 30 bases y anotado 100 carreras en cada temporada en Grandes Ligas. Sin ser un bateador de poder ha liderado la Liga Americana dos veces en bases por bolas intencionales y tiene 124 pases gratis en su carrera.
Debido a su ética de trabajo y enfoque inigualable, Ichiro, de 34 años, fácilmente podría jugar hasta después de los 40 años para terminar con más de 3,000 hits en Grandes Ligas y más de 4,000 en su carrera completa.
Pete Rose (4,256) y Cobb son los únicos que han pegado más de cuatro mil hits en las ligas mayores.
Llegar a los 3,000 hits, será una nota más en el extenso resumé de Ichiro, "El Emperador del swing".

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