Que los ex Bombarderos del Bronx pierdan ante cuanto equipo se le ponga delante en su propio estadio es insufrible, pero en fin, las cosas pasan. Pero que su archirrival Boston vaya al Yankee Stadium y le abofetee la cara por partida doble es un insulto, es perder la decencia.La Real Academia Espanola de la Lengua califica la decencia como la "dignidad en los actos y en las palabras, conforme al estado o calidad de las personas".
El "estado y calidad" del equipo de Nueva York se evaporo, como el agua cuando la hiervo para llenar mi guatero en los dias de invierno santiaguino. La decencia, la dignidad, la verguenza y el decoro no se transan en el mercado. El equipo que lo pierde se queda sin nada, por millonario que sea. El equipo que tiene decencia, verguenza, dignidad y decoro, por pobre que sea, lo tiene todo.
Un dato: El viernes fue el último juego del Cuatro de Julio (Día de la Independencia) en el Yankee Stadium, donde Lou Gehrig dio su famosos discurso de despedida el 4 de julio de 1939, y Dave Righetti lanzó un juego sin imparables contra los Medias Rojas el 4 de julio de 1983.
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