Ciego de Ávila: Tierra de Peloteros ¿Alguien lo duda?

Por Víctor Huerta
Ingeniero cubano y fanático pelotero

El terruño avileño no sólo da buenas piñas ¿o daba?, ni solamente es lugar de hermosas playas y preciosas mujeres, también ha sido cantera natural de extraordinarios peloteros.

Entre ellos podemos mencionar a estelares como Omar Carrero, Lázaro Santana, Felipe Sarduy, Don Miguel Cuevas, Vicente Díaz, Miguel Caldés y otros más que se han destacado a lo largo de nuestros campeonatos nacionales y series internacionales, de ellos comentaré en otro momento, pero hoy quiero dedicar este espacio a recordar al avileño que mas ha trascendido en campos de béisbol: Atanasio Pérez. Quizás ese nombre no les diga mucho pero si les digo Tony o Tany Pérez, ahí seguro saben de quien hablo.

Tony “Tany” Pérez, nació en Ciego de Ávila el 14 de mayo de 1942 (algunos ubican su lugar de nacimiento en el Batey del Ingenio Azucarero Violeta al centro norte de la capital avileña), inició su carrera en Las Mayores en 1964 con los Rojos de Cincinnati y terminó con el mismo equipo en el 1986 aunque estuvo 3 años con los Expos de Montreal, 3 con los Medias Rojas de Boston y 1 con los Filis de Filadelfia.
Tuvo su mejor año en el 1967 cuando fue seleccionado Jugador Más Valioso del Juego de Estrellas.
En sus 23 años en la Grandes Ligas Pérez tuvo 9.778 viajes al plato y conectó limpiamente en 2.732 ocasiones de los cuales 379 fueron jonrones, 79 triples, 505 dobles y pudo anotar 1.272 carreras y empujar 1.652. Su promedio de bateo de por vida fue de .279.

Este recio toletero derecho jugó la primera base aprovechando al máximo sus 6'2" de altura y sus 205 libras de peso. Por sus evidentes méritos fue exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown en el año 2000.
En 5 Series Mundiales, conectó 23 hits en 95 veces al bate con 3 jonrones y 11 carreras impulsadas. Los 3 jonrones los conectó en la Serie Mundial de 1975, incluidos 2 en el juego 7.
A Tany Pérez, gracias por su servicio al béisbol, gracias por ser un orgullo para todos los cubanos y muchas, muchísimas gracias, sobre todo, por ser avileño.