Noche cubana

Le pagué a la MLB.com sólo para ver lanzar a Contreras hoy. ¿Qué vi?

Hablemos primero en términos generales: lanzó 6.2 entradas, permitió 4 carreras, 6 hits, dio 3 boletos y dos ponches. Hizo 101 lanzamientos (59 strike y 42 bolas), 35 de ellos en una pésima tercera entrada en que le hicieron tres y se metió en líos innecesarios por su descontrol.

Mi análisis: Tiró mucho mejor que la vez anterior. Usó la zona baja, las esquinas, movió la pelota y varió la oferta. El tenedor a 79 millas fue efectivo y dominador, en especial con los zurdos. Con el slider afuera y la curva lateral dominó a los derechos, combinados con una recta cortada adentro de 89-91 millas.

Contreras ya no depende ni usa tanto su recta, que dejó hace rato de andar en las 95 millas. Lo vi inteligente, dominante, pero el mal tercer ining le arruinó el juego, que finalmente perdió.

Cuando está arriba de los bateadores lanza con mayor confianza y dominio. Tiene que aprender a mantener las ventajas, porque partió con dos carreras arriba. Parece más cómodo y tranquilo cuando va perdiendo, porque no tiene la presión de cuidar la victoria.

Su talento, recursos e inteligencia los mantiene, pero sigue fallando en la actitud mental.

Liván está que no cree en nadie. Ganó su tercer juego al hilo, justificando plenamente la confianza del equipo. En siete entradas no permitió carreras y sólo 7 hits. Apenas dio un boleto. Sigue usando, como quiere, las curvas y el cambio a 62 millas, y el slider. La recta la muestra sólo para cambiar de ritmo.

Es el tipo de lanzador que si pone la pelota donde quiere es simplemente indescifrable (como su hermano, que es el maestro).

Tiene que seguir varios años más porque tiene una cosa que no se vende en la farmacia: clase.

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Yunel sigue dando palos. La botó por segunda vez, se fue de 4-2 y batea para 333.