sábado, 12 de abril de 2008

Es casi perfecto

Beckett, uno de mis tres lanzadores preferidos de las Grandes Ligas, tiró un partidazo y le ganó, una vez más, a los Yankees. A Josh, el señor lanzador, lo descubrí cuando blanqueó a los Bombarderos del Bronx en 2003 para ganar la Serie Mundial.

Su triunfo de hoy fue posible gracias a Manny. Qué bateador. Es casi perfecto. Le agarró un tenedor abajo y adentro de Mussina y se voló el Monstruo Verde. Después metió un doble entre el derecho y el central con dos en base con un slider afuera. Impulsó tres de las cuatro de su equipo.

Mussina no estuvo tan mal, pero Manny le hizo suficiente daño.
Y Álex, el millonario, se ponchó en el octavo con dos en base y perdiendo por una carrera. Ya nos tiene acostumbrados.

Mañana los talentosos Matsuzaka y Hughes se batirán en duelo. La serie va 1-1.

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