Reflexión del compañero Uziel

¿Qué pasó anoche?
Imagino que a todos nos da vuelta la cabeza en busca del detalle, el análisis, el o los errores, la mala o buena decisión, la historia, las garras, la novatada, la jerarquía, el cómo pudo ser, lo increíble, faltaban nueve outs, la ventaja era de 7, el dominio absoluto del abridor, los numeritos excelentes de los relevistas de Tampa, el bate dormido de Ortiz, Drew y compañía.

Yo, la verdad, después de consumir algunas neuronas, opino lo mismo que el filósofo Blas Pascal: "El béisbol (el amor, dijo él) tiene razones que la razón no comprende".
Hay cosas peloteras que no se explican con la razón ni la lógica. Son imponderables y subjetividades que se escapan a nuestra capacidad mental. Todo tiene explicación, pero ya lo dijo Sócrates. "Sólo sé que nada sé ". Ese eslogan hay que repetirlo cada vez que uno se enfrenta a un partido, a un lanzamiento.
Más allá de quién sea el ganador de la Serie, lo de anoche ocurrió por última vez en 1929 y, por ende, es un hecho fortuito.
¿Por qué ocurrió? ¿Marcará el repunte de Boston? ¿Volverá a hacer la gracia, que repitió en 2004 y el año pasado? ¿Podrá Tampa recuperarse del golpe anímico y despachar a Boston mañana? Sólo se que nada se. Esperemos al sábado y les cuento.