Fueron superiores de principio a fin en la lomita y en el cajón de bateo.
Hamels se vistió de gloria con sus cambios y rectas indescifrables (síganle la pista a ese zurdo, tiene gran cabeza y repertorio), y Furcal cometió dos errores gravísimos y seguidos que generó dos carreras.
Pero la victoria Filis estaba asegurada desde el 3-0 de la tercera entrada.
Los Dodgers no batearon nada de nada. Y así, queridos amiguitos, no se llega a ninguna parte.
Felicitaciones Filis. A jugar contra Tampa.
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