De la división del Este saldrá el campeón de la Liga Americana.
Tampa y Boston se verán las caras, luego de que los Medias Rojas dejaran en el terreno de pelota a los Ángeles Caídos.
El partido acaba de terminar. Fue emocionante y raro. A cero hasta el quinto, Boston hizo dos y los angelinos empataron en el octavo con un extraño passball de Varitek.
En el noveno Kendry abrió con un doble contra el Monstruo Verde, lo reemplazaron por un emergente que llegó a tercera con sacrificio, y la jugada clave del partido fue el Squeeze Play o jugada suicida que hizo Scioscia, al mandar al corredor al home pero falló Aybar en el toque de bola y sacaron out al de tercera. En ese momento se acabó el juego.
Un doble mal fildeado por el jardinero derecho (que reemplazó a Kendry) y un hit también al derecho convirtieron a los Medias Rojas en contrincantes de Tampa.
A Lester pónganlo ya, pero ya, como un lanzador de clase y de los mejores de la Liga. Ese tipo está operado de los nervios, tira 97 en el séptimo, tiene control, variedad de lanzamientos, es incómodo. Es tremendo. Se montó al equipo encima, a falta de Beckett.
Los Angelinos decepcionaron. Le ofrecieron su cabeza en bandeja de plata a los Medias Rojas.
No es ninguna novedad decirles que no celebro el triunfo de Boston. Vamos, muchachos de Tampa. Ustedes tienen y pueden ser campeones.
Los fanáticos, una vez más, siguen apostando por el caballlo ganador.
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