Los Rayos no sólo hicieron más carreras (6-4), sino que batearon, lanzaron y defendieron mejor que las Medias Blancas.
La primera decisión cuestionable fue poner a Vásquez de abridor. Alrededor del derecho se ha tejido una aureóla de negatividad y pesimismo que se sintió hasta aquí, en Santiago de Chile.
Tampa lo aprovechó y lo sacudió temprano para garantizar el resultado. La ventaja fue irreversible, matizada con dos palos de vuelta entera de Evan, un señor pelotero que impulsó la mitad de las carreras de su equipo.
Chicago no puede depender todo el tiempo de los jonroneros, porque esos pueden o no pueden llegar, como hoy. Los corredores dejados en base explican el magro resultado.
Alexei TIENE que ser más selectivo, tener paciencia en el cajón. Se ve pasado de revoluciones y eso está mal para él y el equipo. Da vergüenza ajena verlo cortar caña, con el mínimo de profesionalismo. Eso está mal y hay que decirlo con la misma fuerza que cuando mete un gran slam y decide el juego.
Lo reitero, a Tampa hay que tomarlo en serio. Jugaron como un equipo acostumbrado a la presión, a la pelea, a la definición, mientras los Medias Blancas estuvieron a la defensiva, sin tomar la iniciativa.
Mañana con el zurdo Buehrle podría llegar la primera victoria de la serie.
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