Un mes después de su último triunfo, el 12 de mayo, Liván salió con una sonrisa de la lomita al ganarle los Nacionales. En 7 entradas sólo permitió una carrera y 5 hits. Nathan (qué gran relevista) salvó su 18 juegos para preservar la victoria del derecho, que para ser justo debería tener unas 9.
Este triunfo le dá un respiro al equipo y confianza al derecho, para tomar aire y volver a dominar, como al principio de la temporada. Las Grandes Ligas son una maratón y lo importante es mantener la consistencia, cualidad que Liván ha demostrado en 11 años.
En 96.1 entradas ha permitido 141 hits, un poquito mucho.
Por un pelo.
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