domingo, 6 de abril de 2008

Martín Dihigo, el Inmortal, fue un grande entre los grandes













EN PRIMERA FILA

Por Gilberto Dihigo

¿Cuanto podría ganar hoy en día un pelotero que tuviera el tacto de Ted Williams, la fuerza al bate de 'Babe' Ruth, la velocidad en las bases del melocotonero Ty Cobb y además fuera un excelente lanzador? La suma de su salario en Grandes Ligas fuera incalculable.

Esa mezcla perfecta de talentos parece que solo pudiera ser un ente de ciencia ficción. Sin embargo existió un jugador con esas cualidades. Nació el 25 de mayo de 1906 en la isla de Cuba, y se llamó Martín Dihigo.
Su versatilidad en jugar las nueve posiciones del diamante de manera brillante y además ser un poderoso bateador, lo elevaron al rango de superestrella de su época, pero pese a su innegable calidad no pudo lucir su gran maestría en Grandes Ligas por su piel negra, humillante impedimento para los racistas de aquel entonces.

Esa injusta exclusión no disminuyó su grandeza y posibilitó que mostrara sus grandes cualidades en los terrenos de República Dominicana, Venezuela, Puerto Rico, en los propios Estados Unidos dentro de la liga negra y México, además de su natal Cuba.

El legendario John McGraw, manager de los Gigantes de San Francisco, e integrante del salón de la fama, lo calificó "como uno de los mejores jugadores naturales que ha existido y solo Babe Ruth y `Bullet' Joe Rogan podrían ser sus rivales en el doble reto del bate y el montículo".

En dos ocasiones -Cuba y México- obtuvo el liderazgo de los lanzadores y el de bateo. Dihigo alcanzó como lanzador más de 260 triunfos en la liga negra de los Estados Unidos, Cuba 106-59 y México 119-57.
Dihigo posee el raro récord de pertenecer a tres salones de la fama (Cuba, México y EE.UU.), con asiento asegurado cuando abran esos recintos en Puerto Rico y República Dominicana.
Ni Dihigo, ni sus contemporáneos reciben el beneficio de la televisión y la publicidad, por eso en la actualidad es fácil comprender porque los jóvenes de hoy desconocen a esos grandes del pasado.

Esos jugadores de la época dorada del béisbol latinoamericano abrieron las puertas a nuestras actuales figuras de hoy en Grandes Ligas, quienes ganan millones de dólares y ni en broma les sucederá lo que a Martin Dihigo en su primer contrato con los Cubans Star donde recibió ¡100 dólares mensuales!

Al parecer los dioses entregan dones cada cierto tiempo a ciertos elegidos para asombrar a sus contemporáneos y si Mozart, Einstein y Leonardo da Vinci son excepcionales, Martín Dihigo tiene el mismo rango dentro del béisbol.

3 comentarios:

El Pobre dijo...

da vinvi no? curiosa comparación entre el talento versátil del uno y del otro. eso que si eres hombre llaman polifacético (hombre del renacimiento) y si eres mujer sólo vedette, más asociado a hacer espectáculo que transisición...lástima.

te juro que atacaré el "chiforrobe" de mi tío solterón en mi próximo viaje a cuba para escanearte unas fotos magníficas de peloteros y en especial de Dihigo.

la seguimos

El Pobre dijo...

da vinci...perdón

terreno de pelota dijo...

Eletra, coincido en que el talento no debe tener sexo, raza, religión o pertenencia social. Debe ser extraído puro, como lo hace la abeja con el polen.
Las fotos las recibiré feliz y dichoso, e incluimos la pertencia de tu tío. Este es el palco de los amantes del béisbol ( y no es un eslogan blabla....) cuídate, Uziel