Jorge Ebro, del Nuevo Herald, señala que la Asociación de Jugadores de Grandes Ligas abrió una investigación sobre el mercado de la agencia libre para determinar si las organizaciones se han puesto de acuerdo para vetar al rey histórico del jonrón, Barry Bonds, y a otros varios veteranos.
Esto es lo que sospecha el sindicato: un grupo de hombres ultrarricos sentados en una mesa redonda dictan los nombres que serán proscritos del béisbol de una vez y para siempre, el primero Bonds, y luego una lista donde aparecen Kenny Lofton, Mike Piazza, entre otros.
¿Qué ha dado pie a esta teoría digna de los Expedientes X? Que el teléfono de Bonds sigue más mudo que una lengua muerta. El sigue entrenando, pero cada vez sus posibilidades de vestir un uniforme se alejan, disminuyen; mientras su orgullo herido crece en dolor. Artículo.
Mi opinión: Barry Bonds tiene que estar jugando en un terreno de pelota como cuarto bate de cualquier equipo, y no sentado en el living de su casa, esperando a que suene el teléfono o jugando golf.
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