Economista cubano, residente en Otawa
Algunos historiadores piensan que la pelota comenzó a jugarse en nuestro país alrededor de los años 1865 y 1866. Fue introducida por jóvenes que estudiaron en USA y organizaron juegos en la zona del Vedado.
En 1868 se creó una sociedad llamada Habana en la que se organizaron dos decenas (que en aquella época eran 10 los jugadores) y celebraron varios partidos entre ellas.
En 1868 se creó una sociedad llamada Habana en la que se organizaron dos decenas (que en aquella época eran 10 los jugadores) y celebraron varios partidos entre ellas.
Las autoridades españolas veían este deporte con malos ojos, pero no pudieron evitar que fuera aumentando su popularidad, entre otras cosas, quizás, porque fue impulsado por jóvenes provenientes de familias acomodadas. De esta manera surgen el Almendares, con su aristocrático color azul, y el Habana, con su más democrático rojo.
Otros equipos, como el Fe y Matanzas, se fundaron después. Este último se medía contra equipos formados por marinos mercantes americanos que tocaban puerto en esa ciudad y con el Habana, mediante visitas mutuas. Precisamente entre esos dos conjuntos Habana y Matanzas, el 27 de diciembre de 1874, se celebró el primer desafío beisbolero del que haya quedado una crónica escrita en la Isla. El Habana triunfó en esa ocasión 51 “corridas” por 9.
De esta manera ya las condiciones estaban maduras para la organización de un campeonato formal y así se hizo.
De esta manera ya las condiciones estaban maduras para la organización de un campeonato formal y así se hizo.
El 29 de diciembre de 1878 se celebra el primer juego de la que luego se convertiría en la más fuerte liga invernal de beisbol en el área.
Y, no faltaba más, Habana y Almendares fueron los equipos llamados a descorrer esa imaginaria cortina.
Un racimo de 8 carreras en la salida del octavo dio a los Rojos su primer triunfo sobre el equipo que se convertiría en su eterno rival, 21 carreras por 20.
En este primer campeonato también participó la decena de Matanzas.
Y, no faltaba más, Habana y Almendares fueron los equipos llamados a descorrer esa imaginaria cortina.
Un racimo de 8 carreras en la salida del octavo dio a los Rojos su primer triunfo sobre el equipo que se convertiría en su eterno rival, 21 carreras por 20.
En este primer campeonato también participó la decena de Matanzas.
El Habana se coronó campeón invicto con 4 triunfos, Almendares terminó con 1 y 2, y Matanzas perdió sus 3 desafíos (Almendares y Matanzas sólo celebraron un juego entre ellos).
El capitán del Habana, Esteban Bellán, fue la figura más destacada en ese primer campeonato. Bellán tenía experiencia por haber participado en el béisbol organizado en USA de 1871 a 1873.
El capitán del Habana, Esteban Bellán, fue la figura más destacada en ese primer campeonato. Bellán tenía experiencia por haber participado en el béisbol organizado en USA de 1871 a 1873.
En el reglamento aprobado, se acordó que cada equipo jugaría 3 encuentros con cada adversario y que resultaría campeón el que obtuviera dos victorias sobre ambos contrarios. Se jugó siguiendo las reglas del béisbol organizado en USA. Los premios, bandera y medallas, serían costeados por los equipos perdedores.
También se acordó que se jugaría los domingos y días festivos (comenzando ese 29 de diciembre) en los terrenos de Tulipán y El Vedado, en la capital y en el Palmar de Junco, en Matanzas.
De esta manera se inició la Liga Invernal Cubana, apenas dos años después de que arrancaran las Grandes Ligas en USA, y se jugaría de manera ininterrumpida hasta la temporada 1960-61.
La abolición del profesionalismo en el deporte en Cuba puso fin al más popular de los campeonatos que se celebraban entonces en nuestro país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario