La Justicia de Beijing. Parte 1

Por Víctor Huerta

Ingeniero cubano y fanático pelotero

Existen millones de razones que esgrimir a la hora de explicar la mediocre actuación de Cuba en los recién concluidos Juegos Olímpicos de Beijing, la mayoría de estas , sin duda , serían de índole político, pero haré un esfuerzo por abstraerme y centrarme en aquellas que implican netamente al tema deportivo.
Si bien a todos nos tomó por sorpresa el puesto 28 en el medallero, creo también que todos los seguidores del deporte a nivel mundial esperaban una actuación de la delegación cubana inferior a la de Atenas 2004, el aviso se había dado hace rato, ya la flecha venía en un camino descendente desde los Juegos de Barcelona 92, sin contar además que Moscú 80 no fue termómetro y además no se participó en Los Ángeles 84 ni en Seúl 88 (decisiones estas nefastas, de las cuáles hoy se recogen los frutos).

La variedad de disciplinas que en ediciones anteriores iban por medallas han mermado considerablemente : ya de la esgrima no se espera nada, tampoco del remo y el canotaje, el polo acuático ha quedado en el olvido, el terreno perdido en el voleibol sobre todo en el masculino tomará años en recuperarse, de las pesas ni hablar a partir del aumento en el rigor antidoping, la lucha sólo espera “sorpresas” al igual que el judo y el taekwondo que en este caso nos la regaló Ángel Matos con esa patada intolerante que lo resume todo, la natación cuando asomaba el rostro con Falcón y Neisser Bent parecía que se habría camino, pero solo fue eso: un asomo y del atletismo, deporte históricamente fuerte nos dio sólo un campeón, el resto de las pruebas de campo y pista derechito a discutir otras posiciones con pocas posibilidades de subir a lo más alto del podio.

Para último dejo el béisbol y el boxeo, deportes que siempre se han dado naturales en Cuba y que esta vez fueron el más fiel reflejo del bajo nivel deportivo que atraviesa la Isla. Sólo bastó la ausencia de nuestros mejores boxeadores para que el medallero se desvaneciera, hay que recordar que en Juegos Olímpicos, las posiciones de avanzada siempre estuvieron sustentadas por los boxeadores, pero estos también se han cansando de aguantar golpes “de todas partes”.

No se puede vivir a espaldas de la evolución del mundo en todas sus esferas siendo el deporte una de ellas, es vital para tener buenos resultados, tener buenas técnicas y tácticas de entrenamiento, entrenadores y técnicos debidamente capacitados y actualizados con una educación mínima que se lo permita, se debe dar el valor que lleva una carrera universitaria como Cultura Física y Deportes y que ésta no sea la Licenciatura que casi cualquiera tiene, se requiere tener una infraestructura adecuada, con instalaciones modernas debidamente equipadas, una base de alto rendimiento que no se fundamente en adolescentes mal alimentados de Escuelas en el Campo o EIDE o ESPA donde es común escuchar hablar de “anemia deportiva” en sus alumnos , se debe buscar y lograr en los atletas un balance físico-psicológico que les permita competir sin presiones extras y sin que la disyuntiva mayor sea: ¿me quedo o no?.

Los mejores atletas de esta generación ya no viven en la isla y tampoco se les deja representarla y esta tendencia parece que no cambiará en un buen tiempo por lo que mis amigos, no esperen buenas actuaciones tampoco en Londres 2012. Ya el deporte cubano ha dejado el nivel que alguna vez tuvo, a este también se le destruyó. Cuando se hagan las cosas con raciocinio entonces de otra historia estaríamos hablando, por ahora, el puesto 28 es el que corresponde y hay que quitarse el sombrero ante países como Jamaica que han hecho todo lo contrario y en lugar de dejar ir a sus atletas los ha recuperado dándole la atención y el trato que se merecen. Este es un tema que da para más, prometo retomarlo próximamente. Continuará.