lunes, 1 de septiembre de 2008

La Justicia de Beijing. Parte II


Por Víctor Huerta
Ingeniero cubano y fanático pelotero

El tema Olímpico no se puede ver como un evento en particular de un año en específico sino como todo un proceso que toma a cada Comité Olímpico Nacional varios años en organizar y preparar a los atletas para conseguir una actuación destacada.
A Beijing se asistió con una delegación reducida en comparación con eventos anteriores, pero sin dejar esta de ser una delegación importante en cantidad, aunque las esperanzas de campeonato se limitaban a 4 o 5 deportes, principalmente atletismo, béisbol y boxeo.
Si miramos el atletismo podemos ver que los exponentes de campo y pista participan aisladamente en eventos internacionales y los que se organizan en Cuba son de muy poca calidad sin participación extranjera de envergadura, aquí surge la pregunta ¿Qué aporta al atletismo nacional torneos como la Copa Cuba o el Barrientos In Memoriam (si es que todavía se celebra) en un estadio consumido por el salitre, la respuesta: aporta NADA, en cambio se debiera potenciar la participación en Torneos Oficiales de la IAAF como los Grand Prix y la Golden League.
En el béisbol, ¿Qué aporta un torneo como el José Antonio Huelga u otro similar donde participa el Cuba Rojo, el Cuba Azul y un par de equipos de 5ta categoría? La respuesta: aporta NADA. Se debería estar participando hace rato en la Serie del Caribe como mínimo, eso sin hablar de lo imprescindible de llevar peloteros a Las Grandes Ligas.
En el boxeo, ¿Qué aporta un torneo como el Giraldo Córdoba Cardín cuando los propios comentaristas se JACTAN de que el Torneo Nacional Playa Girón es más fuerte que el Cardín? La respuesta: aporta NADA.
Los boxeadores reciben golpes, ese es su deporte, pero cuando el honor de una medalla olímpica no te sirve para alimentar a tu familia, entonces los golpes duelen más y las medallas valen menos, y es ahí mismo cuando nadie quiere oir hablar de “dignidad” o “patriotismo”.

Si a esto sumamos que los buenos entrenadores que puedan quedar están en el extranjero ayudando a no se sabe quién y los que están dentro de Cuba están concentrados en como irse de gira y no en como preparar atletas de nivel, entonces no hay que ser muy ducho para darse cuenta que la crisis deportiva de la isla es profunda y que va en vías de tocar fondo.
De todas maneras pienso que el proceso es reversible y que una de las enseñanzas de estos Juegos Olímpicos es que la zanahoria del Lada 2107 o el departamento en Alamar ya no motiva a nadie, es necesario algo más y no solamente material.
Recuerdo que el régimen de La Habana presentó la candidatura de esa ciudad para organizar los juegos Olímpicos del 2008, finalmente y utilizando una lógica básica, el COI desestimó la solicitud en la primera ronda de selección. Para nadie es secreto que la isla no cumple con los requisitos mínimos para organizar un evento de este tipo. Paradójicamente los Juegos del 2008 valió a los cubanos para pagar su deuda con el olimpismo.
Por todo esto pienso que los Juegos Olímpicos de Beijing desnudaron a un sistema deportivo cubano que se hunde y que comenzó a hacer agua precisamente en la edición de Los Ángeles 84. Estos son eventos que se celebran cada 4 años, nadie se puede dar el lujo de no asistir en toda una década. En Beijing Los Dioses del Olimpo hicieron Justicia.

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