Me siento con pena, tristeza. Se nos va el Maestro. No volverá. No lo veremos más en el montículo, con los ojos fijos en el bateador, como un felino.
Señor lanzador, mis respetos. Un grande. Inmortal. Siempre dije que lo miraran bien, porque ese tipo es parte de la historia del béisbol.
Los dioses del béisbol lo tocaron con la varita mágica y le dieron una gran dosis de talento, y la otra la construyó él con su inteligencia, su sapiencia, paciencia, sentido común.
Si lo tengo que definir diría que es un sabio del box. Siempre sabía qué lanzamiento tirar, no repetía dos iguales, estudiaba al bateador, su debilidad y por ahí iba.
Nada de retar con velocidad ni alardes. La pelota en el lugar preciso, donde duele, donde no se espera.
Greg Maddux, de 43 años, 355 victorias y cuatro premios Cy Young, anunciará el lunes su retiro.
El guerrero de 20 temporadas consecutivas con más de 10 victorias, el único en el planeta, y 18 temporadas con más de 15 victorias, dice adiós.
Tuvo efectividad de 3.16, ponchó 3,371 bateadores y lanzó 5,008 entradas. Sus 18 Guantes de Oro son una marca de todos los tiempos.
Entre todos los lanzadores con más de 3,000 ponches, Maddux es el líder de menos bases por bolas por cada 9 entradas con un asombroso promedio de 1.80.
Un minuto de silencio, por favor.
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